Las barbacoas pueden ser usadas durante todo el año pero con la llegada de la temporada estival es cuando más se utilizan, porque a todos nos gusta salir de casa, socializar y tomar o comer algo con la familia y los amigos. Por esta razón es por la que las barbacoas han adquirido tanto éxito actualmente y son, sin lugar a dudas, una de las mejores excusas para pasar un buen día. Si hay una característica que tienen en común todas las barbacoas, sin importar su tamaño, materiales de construcción, si son portátiles o de obra, por ejemplo, es que todas deben ser limpiadas tras su uso, o el menos debería ser así, no solo por higiene sino que todas las barbacoas deben tener un mantenimiento periódico para que esté siempre en las mejores condiciones posibles. En este caso, todas las barbacoas cuentan con unas rejillas de metal, las cuales son donde se depositan los alimentos para que sean cocinados y siempre deben ser limpiadas. ¿Cómo se pueden limpiar correctamente las parrillas de las barbacoas? Cada persona tiene su forma de limpiar estos objetos pero casi todas coincidirán en que una de las mejores formas es utilizar un cepillo para parrillas de cerdas de metal con los que acabar con cualquier resto de comida que pudiera quedar incrustado en la parrilla de las barbacoas. Pero no solo basta con un cepillo de estas características, actualmente existen en el mercado un gran número de productos especialmente diseñados para la limpieza de las barbacoas, aunque con los siguientes productos quedará reluciente:
Si se quiere algo más en profundidad se puede cambiar el cepillo por el estropajo de acero humedecida en agua jabonosa y aplicar la presión suficiente como para acabar con cualquier resto de suciedad. Después sólo hay que enjuagar bien y dejar que seque.
En el caso de las barbacoas a gas tendremos que apagar la parrilla y dejar que el calor acabe con cualquier resto de comida aunque para asegurarnos le tocará el turno al cepillo de metal para eliminar aquellos restos más incrustados o si no se debe usar el estropajo de acero para dejarlo todo completamente limpio y después se puede utilizar un trozo de papel de cocina. Si todavía no ha quedado bien la parrilla puede usarse de nuevo el estropajo de acero con agua caliente y jabón, frotando con la fuerza suficiente como para eliminar cualquier resto que haya podido quedar y ya solo quedará enjuagar la rejilla y dejar que se seque completamente.
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abril 2016
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